Por Juandemaro Querales
RECUERDOS DE AFRICA
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El tirano de modales suaves
que no hay que mirarle a la cara
es el mismo que le atravezò el pecho
con barra de hierra
al Padre de la patria-
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La naturaleza exuberante
Igual infunde miedo
almas las comprometen
por motivos baladi.
44
Las velas titilan durante el dìa
entre cerros de panes con enjambre de moscas
es como un gran funeral
que se extiende sobre el misterioso país-
45
El gobernante nos recibe en uno de sus palacios
llama la atención los guardias blancos de sus anillos
se come en silencio
el dignatario habla sobre Venzuela
el ruido de cubiertos y vajillas de porcelana
no interrumpe la quietud de la selva
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El segundo destino es Bata en el continente
en el puerto flotan esqueletos de barcos de guerra
hundidos por la artillería de Francisco Franco
después vendrían los días de Carrero Blanco y Fraga Iribarne
noches africanas que contrastan con las mias
El obispo y su seminario ponen una nota discordante
a la simbiosis del catolicismo que vio el Papa.
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El largo recorrido por una carretera de tierra roja
por la espesura de la selva remite a sortilegios
en cualquier momento una bandada de elefantes
pueden echar por tierra casas y sembradìos
interminable viaje donde solo el verde
puebla nuestros sentidos.
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Ebebiyin ciudad de la triple frontera
de ríos profundos y la selva de cortina
hacen inservible el modesto hotel
sin agua potable y si con putas en la recepción
a la entrada nos dan un volante
sobre los riesgos del VIH-Sida.
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En otro de sus innumerables palacios
el magnate petrolero de don Teodoro
nos vuelve a obsequiar viandas
no sin antes presenciar un acto de masas
donde la gente concurre a la ceremonia
de imposición de una bola acadèmica
Sorongo Cosongo del batey.
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Son tristes las aldeas vistas del el carro
que a gran velocidad se acerca
al corazón del Africa de exploradores
evangelizadores y la tentación del dólar
que con el petróleo cambiò la faz
del reino negro de Leandro Bmomìo Nzue
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Mercados feos de Camerùn
tan sucios como el de la 14 de febrero
allà en la Carora americana
una mujer da una mezcla de espagueti
a un niño desnudo y las moscas no se apartan
de su cuerpo flaco
la mujer con su màquina Singer de pedal
da las últimas punzadas al amplio vestido
de vivos colores.