Por Juandemaro Querales
SEGUNDO LIBRO
52
Las arengas y las proclamas no son suficientes
a la hora en que venga la insurrección popular
siempre se subestima a las mayorìas
que no tienen rostro pero es el cuero seco
que se para por las puntas
en momentos de ebullición.
53
Le pisa una tecla al sentimiento de empatìa
para que el rebaño siga silenciosamente
al déspota de turno y la sangre derramada
durante cien años vuelva a recuperar
sus antiguos cauces.
54
El padre fundador como buen pastor de hombres
se encargaba personalmente de las monturas
de embotinar a los caballos para que no resbalaran
en los hielos de las cumbres andinas
cerrarles los ojos a los combatientes llaneros
que perecian de frio y de hambre
con lo que quedó de este endiablado ejército
derrotar a las tropas de elite del Virrey
con faldas en girones a la usanza escosesa.
55
La sede del gobierno es un campamento
donde se come carne en vara y se tumba un toro
la primera lanza del mundo no concibe
su patriecita del Apure
sin estos ejercicios propios de un déspota asiático
en este campamento situado a tiro de la ciudad.
56
Profanar tus huesos y hacerlo público
misa negra de oficiantes africanos
presidida por aquel Faraòn
con solo ver su calavera
està convencido que los huesos
no son de su esclavo Josè Palacios
ni de un realista fusilado en la víspera.
57
La patria no necesita reconocerse
en una osamenta unida con alambres de oro
barnizados con olores repelentes de insectos
58
Pastor de hombres sin tablas de la ley
ni las polillas ni la humedad
podrán desfigurarte hasta el dìa que desaparezcas
del imaginario colectivo de culto al héroe.
59
Con ocultar el legado teórico
De utopías basadas en el poder del gran arquitecto del universo
No conseguirán desviar el sentido
De la fusión masas-mesìas.
60
Los héroes son devaluados
por el intento desmedido
de atribuirles falsas épicas.
61
Hablar con el héroe mayor
esconde una esquizofrenia
nunca la revelación de una profesìa
la cual conlleva a la redención del demos
sería el objeto de tanta manipulación.